Triste Navidad

La Navidad son las fechas en que tradicionalmente los cristianos celebramos el nacimiento de Jesús. Son días de fiesta y celebración, de comidas y regalos, de alegría y regocijo. Pero no debemos olvidar que para muchas personas son también días de tristeza, tristeza agravada por no poder, por las razones que sean, participar de la alegría que les rodea.

Tal vez sea que están lejos de su hogar, tal vez sea que están pasando por malos momentos anímicos, tal vez sea que están pasando por un problema económico, tal vez sea que están atravesando una enfermedad, tal vez sea que recuerdan seres queridos que ya partieron, tal vez sea que rememoran otras navidades más felices, o tal vez sea otra razón cualquiera. La realidad es que se sienten tristes. He de ser sincero, y reconocer que varios de esos "tal vez" se aplican directamente a mí.

Por eso quiero dedicar este atípico texto navideño a todos esos a quienes esa frase de "¡Feliz Navidad!" les hace sentirse más tristes, porque no pueden participar de la felicidad que les rodea.

Y decirles que Jesús dijo: "Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros" (Juan 14:16,17).

Y decirles que Jesús dijo: "y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo" (Mateo 28:20).

Y decirles que Jesús dijo: "¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? Os digo que pronto les hará justicia." (Lucas 18:7,8).

Y decirles que Jesús dijo: "de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible." (Mateo 17:20).

Porque sabemos que tenemos un Consolador, el Espíritu Santo, que nos ayuda y consuela en medio de la tristeza; sabemos que tenemos a Jesús que no nos abandona jamás, sino que nos acompaña siempre; sabemos que nuestras oraciones son oídas de continuo por el Padre, que las contestará en el tiempo apropiado; y sabemos por fe que llegarán tiempos muchos mejores, porque Jesús nos lo prometió..

Esta es mi primera Navidad en "Cristianos por Israel". Gracias a su propietario por invitarme. Aquí estoy. No son tiempos fáciles. Pero vendrán tiempos mejores, lo sé; llegarán Navidades de alegría y regocijo. Y aquí estaré, con la ayuda de Dios, para contarlas, y para dar la gloria a Dios por ello.

A los felices: "¡Feliz Navidad!" Y a los tristes: "¡Adelante, con la ayuda de Dios vendrán tiempos mejores!"

Y a todos, no olvidemos el propósito de la Navidad, que es recordar esto: "Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados" (Mateo 1:21).